9.1.14

Hijastra

Encima prospera. No sólo quedó como la buena de la película: se quedó con el príncipe, explota a los enanos en su fábrica de cremas y además no envejece. Al padre lo internó en un geriátrico y cortó todo vínculo con su prima Aurora, que si bien era medio ligera de casco, no se merecía ese trato. Todo por el príncipe... Piensa que las mujeres se lo quieren robar, cuando es él el que ya no la soporta más, y creo que hasta saldría corriendo a mis brazos si tuviera oportunidad. Va a sacar una línea de perfumes, y sé que va a tener éxito. 
Mi espejo ya no es lo que era, y después de que Blancanieves lo arrojó por la ventana tiene alucinaciones y ya no sé cuándo creerle. Ahora, por ejemplo, dice que soy una vieja resentida. 
8.12.13

Cine mudo

Todo hubiera sido más fácil si no hubiéramos dicho nada. El riesgo de perdernos en el discurso hubiera sido menor de tener letreros sin sonido entre algunas escenas. Necesitamos un guionista que escriba nuestro destino. Te prohíbo volver a pronunciar una palabra: volvamos a los años veinte, donde la gente gritaba con los ojos y reía con el alma.
6.12.13

Rapunzel celosa

Este hombre era casi imperceptible. Diminuto, ínfimo, no podría describirlo porque nunca lo vi con claridad. Pero me enamoré de él instantáneamente, pues dijo que nunca me abandonaría. Y yo me enamoré, como cada vez que un hombre me hacía una promesa. Tan chiquito y con un corazón tan grande: de no creer. Se anudó a mi trenza, y más de una vez lo perdí en la maraña, y él como una araña se trepaba con sus manos chiquitas y gritaba: "¡te amo!". Yo volvía a enamorarme, porque no hay nada más hermoso que un hombre inalcanzable que cada tanto grita que te ama. La sensación es indescriptible. De vez en cuando discutíamos, y entonces me tiraba del pelo, o señalaba mis canas, y mi trenza, que para ese momento ya tenía vida propia, se erizaba, ofendida. El problema surgió cuando la pelada muerte pasó por la torre. Me enfurecí, me envenené, eché fuego y víboras por la boca. Me pusé celosa por cómo él, enano maldito, le miró la pelada. Me poseyeron todos los demonios barbados y peludos, y sacudí de tal forma la trenza, que lo arrojé directamente sobre la pelada de la Muerte. Ella, agradecida, me guiñó un ojo, y como premio, me hizo inmortal. Ahora tengo que estar sola en la torre, por los siglos de los siglos, con esta trenza medio desplumada, pero todavía sin canas.
4.12.13

Werewolf

Los aparecidos, los extraterrestres, los posesos y demás, dan miedo, pero puede ser que no existan. Sin embargo, los hombres lobo existen. El lobo se reconoce por su barba. Más precisamente por los colores de su barba. Cuantos más colores tiene una barba, más peligroso el lobo que la porta. Algunos lobos son fácilmente reconocibles porque nunca se adaptaron al medio y muestran los dientes antes de ladrar (estos son los menos peligrosos). Los que deben alarmarnos son los que, con esa barba que cae como un arcoiris por una colina, sonríen y se mezclan entre nosotros como si fueran uno más.
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